Cuando llevábamos un ratito allí ha entrado una golden preciosa, se llamaba Nina y tiene diabetes. Era com tú pero con el pelo un pelín más largo y liso. Los mismos gestos, los mismos movimientos, la misma carita, los mismos ojos....casi me pongo a llorar.
No podía dejar de mirarla, me ha costado mucho no darle un beso, aunque sí la he acariciado y le he hablado. Es como si cada golden que viera y acaraciara, te enviase a ti esa caricia. Es como si tu estuvieras en cada golden retriever que veo, los acaracio a ellos pero realmente, en mi corazón, te estoy acariciando a ti.
Esto está siendo muy duro, dentro de unos días hará un año que te fuiste y se me está viniendo todo encima.
Te quiero, Drac.
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