Aún recuerdo como Josep me decía que tu pulso era muy bajo, tu anemia muy alta y que tus órganos estaban empezando a fallar. Te quedabas sin fuerzas, se acababa tu tiempo, nuestro tiempo.
Me dijo que aún podías tener calidad de vida varios días más. Di gracias por ese tiempo, porqué así me podía despedir de ti a lo grande, sin dejarme nada en el tintero.
Llamé a Emilio y rompió a llorar por teléfono, sabía que algún día llegaría este momento, pero igualmente fue un mazazo tremendo.
Te llevé a casa y desde ese momento decidimos que no volverías a comer pienso el tiempo que te quedara. Te compramos filetes de ternera y pollo y tus chuches preferidas. Y yo te daba besos todas las veces que quería y te decía lo mucho que te quería y te daba las GRACIAS. Gracias por todo, por esos 16 años juntos, por todo lo que cambiaste nuestras vidas, por ser como eras. Intenté no llorar delante tuyo, para que no me vieras triste, para que no te preocuparas por mí....porqué no te gustaba verme llorar. Sabía que se me echaba encima algo muy duro, pero no tenía ni idea de cuánto.
Hoy, un año después, escribo estas letras con lágrimas en los ojos, reviviendo todo eso como si fuera ayer.
Nunca te olvidaré.
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| Foto montada por Selva, una artistaza con un corazón de oro. |
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